Ves a bomberos luchando sin medios contra el fuego y a políticos que dan lecciones de austeridad sin aplicarse ninguna. A personas recogiendo sobras en los supermercados y a usureros enriqueciéndose sobre las cenizas de sus ahorros. A una anciana sentada en mitad de la calle junto a sus pertenencias, después de haber sido desahuciada. Y temes que se acerca el día, si no ha llegado ya, en el que consigan llevarse lo último que mantiene a una sociedad en dificultades en pie. Dignidad, lo llaman.
Lees que amas de casa que no llegan a fin de mes se están viendo forzadas a hacer la calle. No porque carezcan de dignidad, sino porque les sobra para hacer lo que haga falta para sacar a los suyos adelante. Te cuentan la historia del trabajador que ha tenido que dejar su empleo porque no podía costearse la subida del transporte público, decidida por la casta que se desplaza en limousine. Te enteras del cierre de colegios y del despido de profesores, mientras políticos glotones pretenden cobrar a los alumnos en apuros por traerse el almuerzo de casa. Y temes que estén ganando.
Entonces ves a esos bomberos sin medios jugarse la vida por salvar la vivienda de alguien a quien no conocen. A vecinos que se unen para defender a la anciana desahuciada. A trabajadores que tras años cumpliendo con su tarea, y con la del compañero que no se presenta a cumplir con la suya, siguen haciendo el esfuerzo. Aunque este año no haya paga extra. Aunque al llegar a casa, sentados frente al televisor, los noticiarios les restrieguen cada noche la impunidad de los que nos han llevado hasta aquí.
Y te acuerdas de aquella canción de Deacon Blue que contaba la historia de un barrendero que no se deja vencer. Ha trabajado toda la vida honestamente en su municipio, ignorando las burlas de los niños que lo ven pasar y ahorrando el poco dinero que puede en una caja. Su sueño es reunir algún día lo suficiente para comprarse una pequeña barca con la que salir a navegar. Dignidad, piensa llamarla.
Gran texto. Muchas gracias. Aquí en Colombia, tierra de nadie, infierno de los otros países, ocurre una cosa semejante. Leeré, si me lo permite, su texto en mis clases para recordarle a los más jóvenes que dos cosas no les pueden ser arrebatadas: la capacidad de soñar y la dignidad.
Me alegro que le guste y que quiera compartirlo con sus alumnos. Saludos
No te puedes imaginar la sensación!!!, te busco en facebook, entro en tu blog y lo primero que leo “Dignidad”, haciendo referencia al tema de Deacon blue, ..Y le doy a play y…me emociono…Hacía años que no la escuchaba!. No tengo palabras David!! Te mando un beso y muchas gracias por este recuerdo…un dia como hoy….
Eso de “el trabajador que ha tenido que dejar su empleo porque no podía costearse la subida del transporte”, es cierto?
Mira DAVID, los políticos no son los unicos CULPABLES. Son los politicos, los grandes medios de comunicacion y la judicatura los se dedican a PERMITIR, LEGALIZAR e INDULTAR el GRAN ROBO Y ESTAFA planificado y ejecutado por LOS MERCADOS (es decir BANCOS, GRANDES CORPORACION Y GRANDES FORTUNAS) se producen en ESPAÑA, EUROPA Y EL MUNDO. CULPAR A LOS POLITICOS ES UN ANALISIS MUY SUPERFICIAL.
UN POQUITO DE LUZ, (por JUAN TORRES) ¿A QUIÉN INTERESA Y CÓMO SERÍA EL “RESCATE” DE ESPAÑA?
Cuando se está hablando tanto de la necesidad, de la inminencia o de la posibilidad de un “rescate” de la economía española conviene reflexionar y poner algunas cosas en claro.
Se dice que un grupo de países o instituciones, como podrían ser la Unión Europea o el Fondo Monetario Internacional,”rescatan” a un país cuando le conceden un crédito a pagar en un determinado plazo que le permite cubrir los “agujeros” que por diversas razones (generalmente por acumulación de déficit y deudas) hayan podido producir su insolvencia. Pero hay que tener en cuenta que esos agujeros pueden ser de naturaleza muy variada. Así, muchas dictaduras y gobiernos militares de los años setenta y ochenta endeudaron a sus países, con la connivencia de los grandes bancos internacionales, con préstamos que en ocasiones ni siquiera llegaron a ellos sino que se utilizaron fuera del país para negocios corruptos. Otras veces los utilizaron en obras completamente inútiles o directamente para enriquecer a los grandes empresarios y banqueros.
En el reciente caso de Irlanda, la necesidad perentoria de “ayuda” se debe a que hay que cubrir las pérdidas multimillonarias del sector bancario. Y una parte importante de la deuda pública griega que ha sido “rescatada” recientemente se originó para comprar armamento a Francia o Alemania.
Cuando la acumulación de deuda a la que no se puede hacer frente es muy grande, los acreedores son los primeros interesados en que se produzca el “rescate” del país pues de esa manera se aseguran su reintegro. Y suelen ser ellos los que lo promueven. El dinero que llega con el “rescate” se dedica a saldar sus deudas y la nueva que se origina con las instituciones que rescatan la pagan los ciudadanos en su conjunto a lo largo del tiempo. Los “rescates” consisten, pues, en convertir deuda privada, que por lo general han generado y disfrutado los sectores más ricos, en deuda pública que pagarán principalmente las clases de rentas más bajas.
Pero la cosa no queda ahí. El “rescate” no se produce nunca como una dádiva sino a condición de que el país “rescatado” cumpla una serie de condiciones. La primera, que esta nueva deuda tenga siempre carácter preferente y, además, que se tomen las medidas de política económica y cambio estructural que convengan a quien “rescata”.
Gracias a ese procedimiento, la deuda externa que se originó en muchos países a lo largo de los años setenta y ochenta fue la antesala de la aplicación de las políticas neoliberales que promueven el Fondo Monetario Internacional y los grupos más poderosos del mundo que, para cerrar el círculo, son además los que se benefician del saldo de la deuda.
Pues bien en relación con la situación española habría que preguntarse si el “rescate” es necesario, es decir, si es que España es insolvente y no puede o no va a poder pagar su deuda, y qué efectos tendría.
La deuda española tiene dos componentes, la deuda pública y la privada. La primera es de unos 600.000 millones de euros pero en relación con el PIB es casi veinte puntos menor que la media europea. Se puede afirmar que es sostenible y que a poco que la economía crezca incluso moderadamente se puede ir amortizando sin problemas. Además, como todo el mundo sabe, ha crecido extraordinariamente en los últimos meses pero como consecuencia del impacto también extraordinario de la crisis. Si bien es un problema al que siempre hay que hacer frente, no tendría por qué generar una situación de insolvencia ni muchísimo menos. Los problemas que está provocando actualmente podrían aliviarse casi por completo si se recuperase la actividad económica aplicando las políticas adecuadas para ello, si se frenara la actividad de los especuladores y, con más seguridad aún, si hubiera una estrategia de apoyo por parte del Banco Central Europeo como expliqué en otro texto (El Banco Central Europeo frente a la deuda: se necesita algo más que comprar bonos).
Sin embargo, es cierto que podría plantear una grave problema si la actividad económica se sigue deteriorando como consecuencia de la aplicación de las políticas equivocadas que se vienen adoptando y si no se cambia de rumbo pronto hacia otra base de generación de actividad pues el modelo anterior es justamente el que provocó los problemas que sufrimos, si no encuentra financiadores a pesar de ser limitada en su cuantía o si se encarece en demasía, lo que suele ser el resultado de que se recurra al mercado en lugar de a los bancos centrales y de que se permita que los especuladores que lo controlan aprovechen la situación para provocar alzas en los tipos o para extorsionar a los gobiernos. Y también si alguna o varias de estas circunstancias, aunque se dieran en pequeña medida, coinciden al mismo tiempo en momentos en los que se concentre una cantidad más importante de ventas de títulos de la deuda (como va a ocurrir en los primeros meses de 2011).
La deuda privada española es mucho mayor que la pública. Las familias españolas deben aproximadamente un billón de euros a los bancos y las empresas algo más de 1,3 billones. Y, por otro lado, los bancos españoles tienen deudas, por su parte, tanto con el Banco Central Europeo (aunque fluctúa mucho, algo más de 60.000 millones de euros en estos momentos) como con otros bancos del resto del mundo, en una cantidad global muy difícil de cuantificar pero de cuya magnitud da idea el que tengan que amortizar unos 200.000 millones de euros en 2011 y 2012.
El problema se plantea lógicamente cuando toda esa deuda empieza a fallar, cuando la economía no genera suficientes ingresos y aumenta la morosidad como viene ocurriendo como consecuencia de la crisis, y es especialmente grave cuando el incumplimiento afecta a extranjeros y cuando, además, está concentrada en pocos acreedores, como en gran medida está ocurriendo con España.
Según el último informe del Banco Internacional de Pagos, España tiene una deuda de alrededor de un billón de dólares con bancos extranjeros, de la cual un 11% procede del sector público, un 25,7% de los bancos españoles, un 36% de empresas y el resto (26,6%) de operaciones con derivados que implican principalmente a la banca.
La cuestión, pues, está en dilucidar, por un lado, si los bancos españoles podrían absorber sin problemas la morosidad al alza y las pérdidas patrimoniales derivadas del estallido de la burbuja inmobiliaria porque estos bancos, a su vez, han financiado esa deuda con préstamos que han recibido de bancos extranjeros. Y, por otro lado, si los bancos extranjeros, y principalmente europeos, van a esperar a que todo vaya solucionándose o si van a tratar de garantizarse el pago de deuda mediante un “rescate”.
Aquí, precisamente, radica el quid de la cuestión.
El incremento de la deuda privada española es el resultado de dos circunstancias coincidentes. Por un lado, los bancos de países con exceso de ahorro como los alemanes tuvieron un excedente muy grande en los últimos años y en lugar de dedicarlo a impulsar el desarrollo económico alemán y a favorecer el incremento de las rentas en aquel país, lo dedicaron a financiar a bancos de otros países, entre ellos los españoles. Por otro, para obtener esa financiación lo que hicieron los bancos españoles fue vender a los alemanes activos financieros vinculados al negocio inmobiliario (cédulas hipotecarias por ejemplo).
Cuando estalla la crisis eso produjo un hecho singular que a grandes rasgos es el siguiente. Gracias a las normas contables existentes, los bancos españoles podían seguir valorando los activos relativos al negocio inmobiliario al precio de adquisición (y no al más bajo que tienen cuando estalla la burbuja). Pero los bancos alemanes tienen su inversión en títulos secundarios (no la hipoteca original que tiene el banco español, sino el derivado de ella que han comprado para financiarlo) que han de valorar al precio actual de mercado.
Así, los bancos españoles han podido ocultar sus pérdidas verdaderas porque siguen contabilizando activos descapitalizados al valor anterior pero los alemanes sí las registran. Y la cuestión radica, por tanto, en saber si los bancos alemanes (en la mayor parte, aunque también el resto de los grandes acreedores de España) van a confiar en que se irá saliendo bien de la situación actual y así cobrando poco a poco si, por el contrario, prefieren asegurarse el cobro de su deuda “rescatando” a España antes de que ésta, si no mejora la situación económica o si se ve acosada por los especuladores y se ve obligada finalmente a declarar que no puede hacer frente a compromisos.
Si esto último ocurriera sería fatal, porque el “default” de España arrastraría con él a los bancos europeos y quizá a otras economía. De ahí que muchos acreedores piensen que es mejor forzar el “rescate”.
Pero un “rescate” de España tiene graves inconvenientes. El mayor, que el dinero que habría que poner para llevarlo a cabo es mucho: se ha llegado a decir que incluso alrededor de 500.000 millones de euros, o incluso más, una cantidad que desestabilizaría a toda la zona euro no solo desde el punto de vista financiero o monetario, entre otras cosas, porque daría pie a que otros acreedores quisieran hacer lo mismo con la deuda de otros países…
Pero, por otro lado, la operación de “rescate” tendría para los grandes grupos de poder otras ventajas no solo financieras. Daría un extraordinario impulso a los bancos y justificaría un replanteamiento general de la estrategia europea en la líneas que al parecer desea, yo creo que muy equivocadamente, el gobierno y los grandes centros del poder económico alemanes. Además, el “rescate” iría acompañado de un programa de reformas de liberalización en España en la línea neoliberal que lógicamente sería proporcional al shock que provocaría la situación y a la inmensa cuantía del rescate, lo que daría satisfacción a los sectores que lo vienen reclamando desde hace tiempo.
De todo lo anterior se podrían deducir tres conclusiones fundamentales.
En primer lugar, que el “rescate” de España sería en realidad y como en otras ocasiones, el de sus acreedores y, en este caso, principalmente de los bancos alemanes y europeos, lo que da a entender que efectivamente éstos pueden estar altamente interesados en que se lleve a cabo. Y dado que el “rescate” justificaría la aplicación de medidas de liberalización excepcionales, podría aventurarse también que en él pueden estar igualmente interesados sectores nacionales que quieren “transformar” España en esta línea ya expresada al Rey por grandes empresarios y líderes de opinión.
En segundo lugar, que la economía española no es en estos momentos insolvente ni hay razones estructurales que aventuren que tenga que estar en esa situación (salvo que se sigan aplicando durante mucho más tiempo las equivocadas políticas de austeridad actuales y que se tarde en modificar las bases de nuestro modelo de crecimiento), de modo que su “rescate” solo podría ser consecuencia de un proceso provocado o inducido.
Tercero, que esa inducción del rescate podría venir por dos posibles vías. Una, la presión especulativa muy fuerte concentrada en algún momento, posiblemente a finales de enero o en febrero de 2011 cuando se negocie el gran volumen de emisiones de deuda inmediatamente posteriores. Otra, por una presión externa que fuerce a reconocer la situación patrimonial real de los bancos españoles hasta mostrarla como explosiva y de ahí se obligue a intervenir para actuar con ellos como con los irlandeses.
No sé si eso va a ser inevitable o no, o si las autoridades europeas ayudarán a evitar o a que se produzca el “rescate”. Pero tengo la impresión de que un gobierno solo dispuesto a cumplir con las demandas constantes de los acreedores y especuladores para tratar de generarles confianza, como hizo precisamente el irlandés, lejos de ahuyentar el peligro, lo va a atraer sin remisión. Y también la seguridad de que si la ciudadanía no influye en el proceso será la que finalmente pague, en cualquier escenario que se produzca, sus consecuencias.
Recomendable la lectura de “¡Irresponsables!” de David Díez Llamas… cada uno que juzgue… Saludos
Al leerte, me viene a la memoria la cita atribuída a Bertolt Brecht que dice, más o menos: “Cuando se llevaron a los judíos, no me preocupé porque yo no soy judío. Cuando se llevaron a los homosexuales… . Cuando se llevaron a los comunistas… . Hoy han llamado a mi puerta y me he preocupado”.
Hay mucha verdad en lo que dices (aunque también algo de demagogia: …mientras políticos glotones pretenden cobrar a los alumnos en apuros por traerse el almuerzo de casa…), pero nos olvidamos de que vivimos en el Primer Mundo y no nos preocupa lo que ocurre en el Segundo, ni en el Tercero ni en el Cuarto. Nos duele cuando nos afecta. La Dignidad es inherente a la condición humana y si hay que luchar para que no nos la roben hay que hacerlo con todos.
Gracias.
Dignidad ¿dónde te metes? ¿será que es una palabra de otra época? ¿estamos perdiendo nuestros principios morales?. De vez en cuando es bueno que alguien nos toque nuestra conciencia. Gracias y ojalá los que comentamos tu articulo, intentemos recuperarla y no se quede sólo en palabras…..
Una vez más das en el clavo de las cuestiones que importan, y si es verdad que esta crisis afecta a los de a pie más que a ninguna otra parte de la sociedad, pero lo que me enfurece por no decir un TACO grandisimo, es que ellos, la casta política no se baja de sus burros de oro, siguen haciéndonos creer que realmente se preocupan.
Bueno debo decir que acabo de escuchar la canción, que es preciosa, asi he descubierto algo nuevo, y saco la conclusión que la ilusión no nos la puede robar nadie, y aseguro que yo tengo ilusiones a pesar de ellos y de los otros y de quien quiera amargarme.
Simplemente…”Genial”, David. Me he permitido utilizar tu DIGNIDAD como fuente de inspiración para una nueva entrada de mi blog de aula “English@Edrissis”, en el que trato de utilizar la música como un mero pretexto para integrar las TIC y la lengua inglesa.
http://englishedrissis.blogspot.com.es/2012/09/dignity.html.
Espero que sigas escribiendo “verdades a voces”, para seguir leyendo lo que muchos pensamos y compartimos. Muchas gracias por servirme de inspiración. Un saludo.
Me encanta!
Buena perspectiva.
El lunes pasado, mientras paseaba por las calles más céntricas de mi ciudad - próximas al museo Carmen Thyssen, mi pareja me preguntó que si éramos malas personas por no dar una moneda a un hombre que junto a la puerta de una Iglesia permanecía agachado en el suelo, pidiendo ayuda. Le dije que no, pero hoy tengo dudas, si mi respuesta fue digna.
Este es mi tercer ano trabajando para el departamento d limpieza en Escocia, los conozco bien y trato de no escuchar mucho esa cancion xq me hace llorar. Lo Que ellos crean sin criterio es Lo Que los ciudadanos sufrimos en nuestras vidas. Creedme Que les podria ensenar dignidad a uno cuantos. Acabemos con esta farsa de political mundial
Totalmente de acuerdo, David. Sigue ahí, necesitamos concienciar y levantar ampollas. Parece que no, pero la ignorancia y la indolencia son demasiado vastas.
ME DUELE ESTE PAÍS, NO SOY DE AQUÍ PERO ME ENAMORÉ DE ÉL, ESTOY AGRADECIDA Y VEO QUE LA CLASE POLÍTICA DEVORA SIN HASTÍO…NO ES EL SIDA , NO ES EL ESTRÉS, NO ES EL CÁNCER, NO ES LA MALARIA…ES LA CORRUPCIÓN LA PLAGA QUE HA COBRADO MÁS VÍCTIMAS EN EL MUNDO.
Dignidad… Me gusta esa palabra, porque eso es lo que a muchos no podrán quitarnos, por mucho que lo intenten.
Me gusta como lo escribes, y un fiel reflejo de lo que estamos viviendo, mucho me gustaría que no fuera real el relato para poder pasar la página sin más… Pero no se puede permanecer impasible ante lo que está ocurriendo, a la vez que coincido con Queño en su comentario, que tenemos una prensa dócil en el poder que no hace ni una pizca de crítica, y unos ciudadanos un tanto abrorregados, que facilitan o facilitamos entre todos, sálvese el que pueda la libertad y la independencia haciéndonos estar bajo el yugo de tiranos gobernante como los que tenemos que no miran por el bien del pueblo si no por los intereses personales y amiguiles.
Un saludo y un placer leerte.
DIGNIDAD, justamente es de eso de lo que carece la clase politica en este pais, saludos
Si me permites, un par de recomendaciones:
http://alacarta.aragontelevision.es//programas/objetivo/cap-21-11092012-2337 (min. 18) Diego Ballesteros, un ejemplo de superación ante la adversidad.
Editorial de José Luis de Arce en el Heraldo de Aragón, 11/09/2012. Un capón al “niño bonito de la liga española de fútbol” y a quienes lo siguen.
Un saludo y gracias por decir las cosas como son… aunque sea políticamente incorrecto.
Me pregunto si la crisis se fue de vacacione en Agosto??No se la oyo mucho!
DIGNIDAD= Respeto y estima que una persona tiene de sí misma y merece que se lo tengan las demás personas = CRISTIANO RONALDO
… No lo entiendo. Me lo explique de nuevo oiga …
Me gusta la definición que das de Dignidad pero no veo qué pinta CR7 aquí. Explícamelo, porfa.
Reblogged this on Asturgalicia Noticias.
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Es una suerte que queden periodistas que reconocen la DIGNIDAd y no la desdeñan, pero no siempre es así. Gracias por mantenerte sin aceptar “la anestesia” del terrorismo mediático, David.
Sobre los noticieros que se empeñan en restregarnos impunemente que quienes nos han llevado hasta aquí “no pueden hacer más y están haciendo lo que deben”:
http://kaosenlared.net/component/k2/item/30543-un-episodio-m%C3%A1s-de-s%C3%A1lvame-patria-de-luxe.html
Por desgracia esta canción de finales de los ochenta, vuelve a sonar mucho en nuestras cabezas.
Pingback: Dignidad « Lo que pienso cuando pienso sin pensar
Te recomiendo leer algún art del Economista Antón Costas en el que se habla sobre la cultura moral, de la necesidad de recupererla en esta sociedad. Recomiendo tb su libro “la torre de la arrogancia”. Y felicidades por estos textos, estas palabras de periodista y casi escritor que tocan el alma de las personas que por suerte todavía tienen valores. Una sociedad sin valores está abocada a la autodestrucción. Recuperémoslos.
Un placer leerte aunque ya me gustaría q esa situación no fuera real, q fuera solo ficción
Sensacional.Tienes la inteligencia para escribir con maestria y la sensibilidad para trasmitir emociones.Una vez más un placer leerte
Muy bonito David, te ha faltado hablar de una prensa dócil con el poder, escasa de crítica y de preparación. Un ciudadano en general “adocenado” excepto cuando llega al límite. Una sociedad “desarrollada” pues el desarrollo hace tiempo´que mato al espíritú y sin espíritu no tenemos nada.
Gracias por no desistir!!! Y como no veamos tu nuevo libro en mayo, te meteremos un buen tirón de orejas.
Abrazos