Viajando en la frontera entre Tailandia y Burma me encontré una de las historias más duras de los últimos años. Ciegos y mutilados, guerrilleros del Ejército Karen viven abandonados en el campo de refugiados de Mae La. Comparten una única silla de ruedas y su única posibilidad de salir adelante es aprender un oficio como campesinos. Pero el programa que les estaba ayudando se ha quedado sin fondos y el refugio podría cerrar en cualquier momento. Os agradecería que compartierais su historia, para ayudar a conseguir la ayuda que mantendrían el centro de veteranos abierto.
Me gustaría no tener que clicar en el icono de ME GUSTA porque no hiciese falta que escribieses sobre esto, ni en estos términos.
Me gustaría que únicamente existiesen minas pro-personas, para no impedirles VIVIR
Saludos
Pura María García
http://puramariagarcia.wordpress.com/
La Historia se escribe con las mayúsculas de los monumentos, las fanfarrias y las grandes avenidas, pero también se escribe en minúsculas, con las personas que sufren las consecuencias de una guerra y que no suelen salir en los periódicos. Por eso tu artículo es la mar de necesario.
Este si es un mensaje que vale la pena divulgar, también pude ser testigo en Camboya de la cantidad de personas mutiladas por las minas antipersonas, esparcidas por todo su territorio.
Crisis? hay cosas bastante peores.