La culpa es nuestra, también. Porque votamos una y otra vez a los dos principales partidos sin importar lo que hicieran, simplemente porque eran de nuestro bando. Porque fuimos al banco y pedimos un crédito que no podíamos pagar, para que nos envidiaran por lo que teníamos, no por lo que hacíamos. Porque en tiempos de bonanza asistimos impasibles al derroche del dinero que pusimos en manos de los gobiernos, sin preguntarnos si cuadraban las cuentas. Porque premiamos con las mejores audiencias a los programas de televisión más zafios y convertimos en iconos nacionales a los más mediocres, marginando a quienes buscaban la excelencia.
Culpa nuestra porque enviamos a los políticos la señal de que nos importaba más un partido de fútbol que la aprobación de una ley, aunque sólo lo segundo pudiera afectarnos. Porque nos dejamos engañar y pagamos viviendas al triple de su valor real, seguros de que algún día podríamos venderlas aún más caras. Porque nos encerramos en el provincianismo y nos repetimos que como en España no se vivía en ningún sitio, a menudo sin haber vivido en ningún otro sitio. Porque decidimos creer a presidentes que nos aseguraban que estábamos a la cabeza del mundo desarrollado, cuando apenas liderábamos su cola. Porque nos negamos a escuchar a quienes advertían que lo nuestro no podía durar y seguimos a ciegas a los que repetían que duraría siempre. Porque sólo nos hemos indignado por la crisis cuando ha llamado a nuestra puerta, ignorándola mientras empobrecía a otros. La culpa es nuestra, también.
Pingback: Leo Margets » EL ARTE PERDIDO DE BLOGGEAR
Reblogged this on prixline and commented:
La culpa es nuestra, también (los políticos no se elijen solos)
Por supuesto que la culpa es nuestra.
Sabemos perfectamente que se ponga el que se ponga en el poder solo lo hacen con unobjetivo:
hacerse acopio de la mayor cantidad de bienes para ellos y los suyos (dinero, casas, tierra, paticipaciones,etc…) en el menor tiempo posible.
Nos dan pan y circo (futbol,toros,gran hermano 1,2,3,etc…) para tenernos contentos y entretenidos, vamos que la historia se repite y no somos capaces de hacer nada.
Ya se que es muy dificil conseguir algo estando cada uno separado del resto fisicamente, pero tenemos esta herramienta (internet) que parece que aún no la tienen “controlada”.
Lo que está claro es que nadie va hacerlo por nosotros tal y como estamos acostumbrados. Ya es hora de que pongamos a esta manada de “HIJOS DE PUTA ” en su sitio, o sea la carcel, aplicandoles cualquiera de los multiples delitos que han cometido y cometen.
Animo a todos a movilizarnos, y si hay que morir, que sea matando.
Un abrazo para todos
Un “quemado”
El problema es que muchas de esas cosas, seguimos haciéndolas.
Reblogged this on Noticias en un minuto.
Pingback: El país de los escuálidos « Carlos Matallana
podriais anyadir tambien que tambien es culpa nuestra el odiar a los vascos todo el santo dia. Cuando es ahora la unica region de espanya que tiene una industria propia, despues de acusarnos de terroristas, separatistas, etc. Eso si que ES PROVINCIALISMO Y DEL MALO. Espanya deberia de estar orgullosa, de ver una parte de si misma invertir en investigacion, trabajos de verdad … hoy con el paro mas bajo de Espanya. Tambien deberian de pedirle perdon. Que bastante tenemos con haber sufrido una mierda de grupo terrorista como para encima tener lo que hemos tenido que aguantar de otros miembros del mismo pais.
Hombre, Mikel, quizás gran parte del éxito de esa región de España se deba a que ha tenido unas condiciones especiales en el tratamiento de impuestos, precisamente para impulsar esa industria de la que hablas y compensar en efecto negativo del grupo terrorista
El sistema fiscal del Euskadi, no es una cuestion puramente de la existencia de un grupo armado, de una ETA tras la cual parece explicarse muchas cosas. En el periodo de la transicion, tambien Catalunya tuvo la oportunidad de disponer de un mejor “pacto” fiscal, pero los gobernantes autonomos catalanes, optaron por otras cuestiones antes de primar a un reparto mas equilibrado, de los ingresos que corresponian a aquella autonomia.
Suele ocurrir que se pierde la memoria historica. Casi cuarenta años mas tarde, se levantan las banderas para reclamar una mejor distribucion de los ingresos fiscales, cuestion a la que se tiene todo el derecho, pero no olvidemos la historia reciente, por favor.
Tan solo diría, que efectivamente hemos mirado poco la letra chica, quizás hayamos sido un poco ingenuos, pero la realidad palpable es que nos hemos vuelto a fiar de los políticos. Y como siempre, hace falta recordarles que les hemos hemos votado, para que nos facilites nuestra vida. No les hemos dado carta blanca para que hagan lo que les dé la gana.
Hemos de exigirles que trabajen para nosotros. No al reves.
Sañludos.
José María,
Como ya te dije por Twitter, este texto me ha recordado una canción de Đorđe Balašević del año 1993, en contra de la guerra que su país había empezado. “La culpa es nuestra”.
Ahora he tenido tiempo para traducirla:
“No son culpables esos primitivos que se han engordado.
La maleza crece donde puede, hay que felicitarlos,
La culpa es nuestra…
¿De dónde todos esos parásitos que nos hacen la vida imposible?
Calla, compañero,
La culpa es nuestra, por haberselo permitido…
¿Qué saben esos generales y mayores barbudos?
Sólo gritan: ¡fuego! Pero no son los peores,
La culpa es nuestra…
¿Y todos esos violentos infantiles que soñaron con las armas?
No, no, amigo mío,
La culpa es nuestra, porque nos escondimos…
No son culpables los depresivos, los locos y los sicópatas,
Que han demolido todo, y ahora nos ofrecen palas,
La culpa es nuestra…
No son culpables los sedativos que no les retuvieron,
Sorry, camarada,
La culpa es nuestra, porque nos callamos…
Buen viaje, Europa,
Y no nos esperes…
Y no preguntes,
Tú también llegarás a tener la voz ronca…
Vete, planeta,
Has sido buena compañía,
Estamos bien,
Justo como nos lo merecemos.
Buen viaje, Europa,
Mándanos un trocito de pan…
Nos va muy bien,
Una felicidad increible…
Vete, planeta,
Aquí se fabrica la oscuridad…
Estamos bien,
Qué imagan más idílica…” (Literalmente: “Una imagen indescriptible”)
Original via Youtube aqui:
Saludos.
Aunque no sea el principal culpable, el comportamiento de la gente que ha llevado a la situación actual no debe pasarse por alto ni olvidar. Esto mismo también está recogido en: http://divagando.weebly.com/1/post/2012/01/los-efectos-de-la-crisis-en-la-sociedad.html
Saludos
Siento discrepar en este caso. Me parece haber deducido de lo que he leido en tus posts que eres periodista (si no me excusas), creo que no podemos decir que la culpa es de todos de una forma tan generalizada, Siento discrepar mientras he vivido en primera persona -profesionalmente- el negocio immobiliario y el financiero. El papel que las grandes corporaciones, no basta hablar de la banca, han tenido en, aproximadamente una década de crecimiento y economía expansiva, el papel de los inversores-especuladores, la falta de señales de aviso por parte de los llamados “analistas”, la falta de previsiones que huvo en la Prensa (y la pongo en mayúsculas expresamente) y, como no, la complicidad de los políticos -TODOS- en un sistema econòmico que garantizaba ingressos a las arcas públicas y prevendas de todo tipo,
Resulta que al pobre ciudadano de a pie, le toca acceder a los servicios al albur de los precios que las grandes corporaciones establecen y, por lo tanto, trasladandole las fluctuaciones de costes o de cambio de forma inmediata al precio de venta, que cuando la banca ha tenido beneficios en la intermediación financiera, ha colocado los productos más sofisticados a su clientela (aunque sean unas participaciones perpétuas de las que jamás se puede recuperar el capital), que cuando el beneficio ha sido constituyendo hipotecas para vender al mercado de titulaciones, se ha invitado al cliente de a pie riesgos de hasta el 120% del valor. Resulta que la ley hipotecaria de nuestro país permite que la banca se quede con los bienes actuales y futuros del hipotecado, y ahora, cuando el Banco de España ha enseñado la vara (tarde lo hizo!!!!), no hay quien pueda obtener un euro de crédito y, si lo obtiene, con unos márgenes de escándalo.
Lo siento David, pero con la que cae, como se acostumbra a decir, soy más proclible a un movimiento espontáneo pero ciudadano como el 15M, que en flagelarnos culpándonos todos en colectividad, y asumiendo unos cargos que tienen culpables claros, y no precisamente la mayoría del común de los mortales.
de acuerdo contigo vilardebojan. Además ya comenté en este u otro foro que la maniobra de la culpa es una más de las estrategias de manipulación de los modelos autoritarios. Que hace falta más cultura? sí. Que la mayoría ha estado mucho tiempo abotargada y lo seguirá estando? cierto. Pero eso no convierte a la masa en cómplice de los crímenes económicos que han cometido y siguen cometiendo políticos y banqueros.
En los Estados democráticos del llamado mundo occidental, el nivel de vida se mide, en teoría, por el grado de bienes materiales que se puedan consumir y por el grado de culturización existente. Si la balanza se desnivela a favor de los bienes materiales, la sociedad civil se aborrega y sucede lo que sucede. La capacidad crítica se atrofia y las normas dictadas por los poderosos se aceptan sin rechistar. Ejemplo: Los estudiantes y educadores se manifiestan en contra de los recortes del Gobierno y salen a la calle y gritan consignas revolucionarias, pero no ha habido ninguna manifestación en contra de que se pueda pasar de curso con asignaturas suspendidas o en contra de la falta de respeto hacia el profesorado.
Nos indignados por lo que nos interesa y nada más. Hay una cita que se atribuye a Bertolt Brecht, pero que parece ser que no es suya, que dice: “cuando los nazis fueron a las casas de los judíos no me preocupé porque yo no soy judío; cuando fueron a las casas de los homosexuales no me preocupé porque yo no lo soy; cuando fueron a las casas de los comunistas tampoco me preocupé porque yo no lo soy; pero, un día, llamaron a mi puerta…entonces me preocupé”.
Esta es nuestra culpa.
Hola, he llegado aquí desde el escritorio de WordPress, interesado por el tema de la culpa que figuraba en el titular.
Y estoy de acuerdo y no estoy de acuerdo.
Estoy de acuerdo en que ha habido culpables para llegar a la situación actual.
Pero creo que la culpa no es de todos, sino de algunos, siendo ese algunos cambiante, porque cambia según de la culpabilidad sobre qué asunto hablemos.
La clave está en que justamente desde el poder se está usando ahora el argumento de la culpa para vender las medidas que se están tomando.
Se está usando la socialización de la culpa.
Y (y esto lo sé por mi experiencia en publicidad) como esos culpables que identifica el poder para vender sus medidas se reconocen como reales en la cabeza de la gente, todo el mundo reconoce como creíble la argumentación.
Y se cree que se hace por eso (o al menos hay menos posibilidades de que se pregunte sobre las razones reales de las medidas).
Como decía al principio, he caído en este post porque he visto en el titular el tema de la culpa. Y es que la argumentación detallada del mecanismo que acabo de explicar lo describí hace solo unos días en este post: http://niuntitereconcabeza.wordpress.com/2012/04/30/los-recortes-el-sentimiento-de-culpa-y-ciertos-versos-apocrifos-de-bertolt-brecht/
Ahora nos están haciendo purgar las culpas de otros. Tanto las reales como las que nunca lo fueron.
Saludos.
Así es Javi. otra de las estrategias para la manipulación de masas. voy a leerme tu entrada sobre la culpa.
Gracias por el interés.
Y en cuanto a lo de la manipulación de masas, no saber es sin ninguna duda la mejor manera de ser engañado.
Que se lo digan si no a los titulares de participaciones preferentes.
Saludos.
Pingback: Networking a la española | Basket and Talent
Me gustaría aportar una opinión interesante al respecto, de dos técnicos en la materia, a ver que os parece:
Las mentiras de la austeridad
Tras la necesidad de llevar a cabo ajustes se esconden equívocos, contradicciones e intereses.
Fernando Luengo y Jorge Uxó son profesores de Economía en las Universidades Complutense de Madrid y de Castilla-La Mancha, respectivamente, y miembros del colectivo econoNuestra (http://econonuestra.org).
La crisis se agrava pero, paradójicamente, las políticas reproducen las viejas ideas e intereses que provocaron los problemas actuales. La “austeridad presupuestaria” es la espina dorsal de las estrategias económicas de los gobiernos, como si ahí residiera la causa principal de la crisis y la restricción más importante para superarla. Se presenta como inexorable y con el aval de la racionalidad económica, pero tras ella encontramos equívocos, contradicciones y fuertes intereses.
¿Quién puede oponerse a la “austeridad” y a un uso razonable de los recursos, a mejorar la gestión de lo que es de todos y para todos —lo público—? Ser austeros, evitar el despilfarro, debería formar parte de nuestro código moral más íntimo. Pero el lenguaje no es inocuo y se maneja con evidente intencionalidad: nos traslada que la crisis económica es el resultado del despilfarro público.
Nada más lejos de la verdad. Las finanzas públicas se encontraban en una situación saneada antes de que irrumpiera la crisis económica. Y no tenemos en España un Estado del Bienestar inasumible que haya que “racionalizar” (el peso del gasto social en el PIB es inferior al europeo). En cambio, las sucesivas rebajas fiscales, de las que no todos se beneficiaron por igual, nos privaron de importantes ingresos tributarios.
Los problemas del despilfarro cobran todo su sentido cuando se refieren a la esfera financiera más especulativa. ¿Por qué no se aplicaron políticas prudentes (austeras) ya antes de la crisis, cuando lo aconsejaban el endeudamiento privado y la especulación financiera? Las ganancias que se podían obtener del despilfarro eran demasiado importantes y los grupos ganadores, lejos de practicar la austeridad, imponían políticas permisivas. Y aún creíamos en las bondades de la desregulación financiera. Tampoco se observa la preocupación por la austeridad en los recursos proporcionados por las Administraciones Públicas para ayudar a los bancos, o en las remuneraciones de los altos directivos de las empresas y los pagos a los grandes accionistas, o en las fortunas millonarias que alimentan los mercados especulativos, donde se obtienen enormes beneficios con una aportación fiscal desproporcionadamente baja.
El mayor déficit
es consecuencia
de la crisis y no su desencadenante
El aumento del déficit público ha sido el resultado de la propia crisis, no su desencadenante. La caída del crecimiento ha mermado los ingresos fiscales mientras que, en paralelo, se han canalizado enormes recursos a las instituciones financieras. Pero apenas se han aplicado controles o se han exigido contrapartidas para impedir que se utilicen en beneficio de directivos y accionistas, o, más lacerante aún, para especular contra las deudas soberanas.
Otra falsedad es que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora toca hacer un esfuerzo colectivo de austeridad”. Este mensaje elimina las diferencias sociales, como si todos hubieran tenido la misma capacidad de endeudamiento o de capturar las rentas generadas por las burbujas, o como si los recortes no estuvieran afectando especialmente a los más vulnerables. Y se desliza además que “todos” somos corresponsables de la crisis, quedando sepultada una explicación más profunda que enfatiza precisamente las desigualdades como un elemento central. Lo cierto es que el endeudamiento y las burbujas han constituido un formidable negocio para algunos -bancos, grandes empresas y fortunas- y que la generalización de la deuda fue la otra cara de las políticas de contención salarial, permitiendo expandir el consumo y aumentar los beneficios empresariales.
La crisis y la “vigilancia” de los mercados financieros se utilizan como coartada para desprestigiar lo público, para impulsar la privatización de los servicios básicos, para modificar el modelo del Estado de Bienestar y las relaciones laborales, para recortar derechos. Si no lo remediamos, estas medidas alargarán la recesión provocando un sufrimiento innecesario a la población (¿existe mayor despilfarro que el paro?) y tendrán un carácter difícilmente reversible a medio plazo.
Lo que David hace en esta entrada es generalizar lo que la gran mayoria de los españoles ha hecho,esta claro que a mas de uno se nos ha caido la venda de los ojos, a algunos mas pronto y a algunos mas tarde, yo no voto a ninguno de los 2 grandes partidos, no veo telebasura y me desconcertaba la manera de endeudarse que tenia gente a mi alrededor, me gusta el futbol, pero tengo unas ganas tremendas de que hacienda empiece a trincar a todos los clubes (que son casi todos) que deben cifras millonarias, tengo una hipoteca, pero tiene una letra asumible que no me hace entregar una nomina entera cada mes para poder pagarla,sin embargo, se que esta no ha sido la manera de actuar de la mayoria de la gente que ha vivido como dicen mas arriba al ritmo de “¡que viva la fiesta!” y sinceramente, asi nos va.
El problema es que no hay cauce para manifestarse, hay que cambiar la ley electoral, pero quien le pone el cascabel a ese gato bipartidista que no hay quien lo apee, ese podrías ser tu próximo blog.
Siempre voté a partidos minoritarios, nunca me endeudé con el banco, saqué buenas notas en el cole (pese a sufrir las reformas educativas), defendí mis valores cuando me manifesté contra una guerra injusta, cuando rechazé BOLONYA, cuando defendí una democracia real. Me licencié dignamente, hice un máster después, (mientras algunos amigos decidían sumarse al carro) y todo, ¿Para qué?. Creo que ni yo ni los que vienen por detrás son culpables de este panorama, de hecho no nos ha dado tiempo a ser partícipes.
Lo hecho, hecho está, ahora hay que dar paso a las soluciones.
Yo soy Escocés David, y la polticica ea igual ahi, y creoque en todas de Paises Democraticas Occidental. Anoche hemos vistada la pelicula acerca Sarah Palin durante los eleciones en USA. Ahora Democracia es puro Marketing, celebrity por populismo. Public Relations cuenta mas que inteligencia, y la mayoria sinceramente piensa lo mas guapo/a es lo mejor….como Toni Blair. La problema, es Democracia en la forma como es ahora.
Mi gusta mucho su blogs!
Norman.
Asi es…Dn David…..asi es;”El triunfo de los mediocres” .-de tu pluma.-
Hale, David, que hoy sí le has pisado el callo a más de uno. Concedo en que todos tenemos nuestra parte de culpa; claro que algunos tienen más culpa que otros.
Yo estoy cien por cien de acuerdo. Y aunque como muchos de aquí sacan pecho diciendo que no son culpables todos lo somos, porque de una forma u otra hemos entrado en el juego. Hemos comprado pisos imposibles de pagar, hemos aupado a famosos que han cobrado verdaderas fortunas por ser menos que mediocres, hemos aplaudido el analfabetismo y el lenguaje barriobajero de algunos programas de televisión, y no menos alucinantes esos ciudadanos que vitoreaban o aplaudían a los supuestos políticos corruptos que desfilaban por los juzgados. Sin olvidar que hemos elevado al máximo nivel de casta a los políticos, peor con el agravante de ser mediocres en un 99% dándoles un poder que ahora no quieren soltar ni locos, como muestra basta decir que hay más políticos que médicos, bomberos o policías juntos y el doble que en muchos países y no han tomado una sola medida para aquí si RECORTAR. Que curioso que de lo único que sobra en este país sea donde no se hace recortes, pero tampoco es tan raro, estamos ante un pais en estado de shock sin reaccionar y eso si señores es culpa de TODOS sin excepción.
No generalices, yo no me identifico con la masa que entró de hoz y coz en el juego del consumismo desaforado.
Te pongo un ejemplo de muchos años ha. Recuerdo que discutí con un profesor a cuenta de recurrir sistemáticamente al endeudamiento para crecer (me refiero a empresas). Y puse el ejemplo de la francesa BIC, que sólo crecía en base a recursos propios.
Una cosa es endeudarse puntualmente y para algo concreto (y asumible) y otra convertirlo en una práctica habitual.
No veas cómo me fulminó con la mirada. Que si el endeudamiento era imprescindible y demás.
Ni puñetero caso me hicieron en la vida real a quienes les advertía que no debían hipotecarse por aquello de la burbuja, cuando era más que evidente en esos momentos. Recuerdo que ya en el 2006/7 el Banco Santander inició una campaña publicitaria para transferir la hipoteca. Lo llamativo era la letra pequeña: sólo se aplicaba a las hipotecas anteriores al año 2002. Bien sabían de la burbuja y que todos los hipotecados desde el año 2002 iban a sufrir pérdidas patrimoniales, al valer mucho más la hipoteca subscrita que la valoración de la propiedad.
Un argumento adicional que usé en mis advertencias, pero siguieron sin hacerme caso.
A ver ¿cuántos de los comentaristas y lectores de esta bitácora están al tanto de la buena información económica? ¿Cuántos minutos dedican al día a ella? Pues eso, en este país -también llamado España- la mayoría cree que todas las opiniones son igualmente válidas, que los números son relativos y demás estupideces habituales de todos aquellos que opinan y opinan sin tener los conocimientos necesarios.
Y sí, estoy hartísimo de tanta estupidez y mediocridad. Por su culpa estamos como estamos, mucho mejor de lo que estaremos en el 2013 digan lo que digan.
cuando había pasta para la mayoría, nadie levantaba la voz…
Sí levantaban la voz, pero no se oía por los gritos de euforia de los demás.
Lo que debíamos haber hecho es parar a pensar y visualizar el futuro… http://basketandtalent.com/2012/05/03/visualiza/
Bueno, creo que existe una confusión entre culpabilidad y responsabilidad. En mi opinión los máximos culpables son aquellos que tendieron la trampa, una trampa burda, ni siquiera elaborada, tan fácil como crear espejismos entre los necesitados, ofrece agua al sediento a precio de Chivas y dejale el dinero…otra cosa es la responsabilidad, y ahí si que estamos todos metidos hasta el fondo, porque este es un país con una cultura de irresponsabilidad increible, un país con innumerables asociaciones de victimas, victimiza y venceras, cuando a alguién le haces creer que es victima eluye su responsabilidad, y así nos va, indignados con Iphones de última generacion. parados con coches de cinco millones, etc, etc…en definitiva que nos creímos que podíamos pasar de ser los Alcantara a la familia de Falcon Crest sin problemas.
Pues nada chicos, que todos somos fantásticos. David, es que te lo inventas todo…
Siempre he oído a gente que está en contra de la tecnología y se va a vivir a un país con poco desarrollo: en avión!!!Gente que está en contra de los políticos de los impuestos, pero le encanta utilizar autopistas, ducharse con el agua que traen las infraestructuras:Vamos que vivimos en medio de todo esto pero ni nos roza.
Enhorabuena a todos majetes!!!
Yo no tengo hipoteca. No tengo problemas económicos, pero no porque sea rico, sino porque nunca he querido aprentar más de lo que relamente soy. Me siento parte de esta gran farsa y no soy tan listo como vosotros que veo que habeís conseguido quedaros fuera, aunque no del todo, ¿no?
Taluego guapetones!!!!
No, claro, yo tampoco me considero culpable porque no he caído en ninguna de las irresponsabilidades activas o pasivas que relata el autor. Pero creo que el artículo no va de eso, va más allá. Va de que por mucho que nos dijeran, los ciudadanos y ciudadanas tenemos el poder de cambiar las cosas y la responsabilidad de hacerlo conjunta y solidariamente. Porque sí, aunque sea en una medida ínfima, o inconsciente, todas las personas hemos contribuido de alguna manera a prolongar este sistema, en el que nos metieron sin preguntar y que nunca ha beneficiado a la mayoría de la población. Pero es reversible, y ahora lo estamos viendo en Francia y en Grecia. Hay múltiples interpretaciones, recelos y miedos sobre el escenario que se dibuja ahora en estos dos países. Pero también una conclusión bastante clara: estamos hart@s de este sistema y podemos hacer algo para cambiarlo. Si queremos.
Al igual que muchos de los que aquí han escrito no me siento identificada con los que se subierón al circo del despilfarro. Lo que sí lamento, cada vez que como hoy me hacen pensar en la situación que vivimos ,es la falta de ilusiones y expectativas que veo en la cara de mis hijas; como han llegado a asumir que para poder llevar una vida parecida a la de su madre tendrán que optar y enfrentarse a alejarse de su país.
Yo sí entono en parte el “mea culpa”. Otra gran reflexión, David. Y te felicito también por encender una “masa crítica” de indignados. Bankia, Rato, Botsuana o Urdangarín no dejan de ser, ahora, los mismos nombres que antaño nos indignaron, léase, Roldán, Corcuera, Guerra, Acebes… Aprendí una vez una sabia máxima de una paisana portuguesa, votante en unas legislativas lusas: “Mudam os cerdos, mais o pel é a mesma”. Traduzco (y no cobro, ji, ji, ji). “Mudan los cerdos, pero la piel es la misma”. Así somos, así nos lo comemos. :(
Si es verdad, la gente -EN ESPAÑA- tienen la CULPA de hacerse cómplices de la tele-basura: SI NADIE MIRA, NO HUBIERAN EXISTIDO ESTOS PROGRAMAS, que dan vergüenza escuchar aunque fuese 1 minuto, por su nivel de vulgaridad y estúpidez. En Francia no existe este amor por lo mediocre, por las noticias del corazón y personajes tan vulgares e idiotas como Belen Estevan. Efectivamente, la gente se hacen cómplice de todo eso, ABOGAN POR LO VULGAR, “más vulgar, mejor”. La fiesta, el botellón, la ignorancia, la vulgaridad, y la IN-cultura IMPERAN en este país, y todo el mundo es CULPABLE por no quejarse, por no intentar “subir de nivel”, auto-criticarse en lugar de constantemente “creerse el mejor” cuando se es uno de los peores. También SOMOS CULPABLES de seguir apasionadamente AL FÚTBOL, haciéndonos CÓMPLICES de los salarios millonarios que ganan CADA MES los jugadores, lo cual es OTRA VERGÜENZA de la cual NADIE DICE NADA. ¿CUANDO LA GENTE DEJARÁN DE ACTUAR COMO UN REBAÑO IGNORANTE?…para abrirse a otro nivel de conciencia y de pensamiento.
SOMOS CULPABLES, cuando empezaremos a reconocerlo, será el principio del fin de la culpabilidad.
David, te pido que no me metas en este saco de responsabilidades que, de entrada, demagogea un pelín. Sólo puedo estar de acuerdo contigo en el bajo nivel cultural y las pocas ganas de pensar que tiene la gente. Que política y culturalmente en este país (gobernantes y electores) estamos por los suelos, es evidente.
Pero por favor, no me intentes colar una miguita de responsabilidad en las prácticas delictivas y abusivas que la banca (y sus lacayos gobernantes) ha usado (y sigue en ello) para enriquecerse cada vez más y más y que son la verdadera causa de la crisis.
Nadie nos dijo que nuestras hiopotecas se iban a cambiar por fichas de colores en la ruleta de Wall Street. Los bancos españoles a finales del 2007 (justo antes del crack) le decían a la gente que su vivienda no subiría de precio tan rápido, pero que nunca, NUNCA bajaría de valor. Y la gente lo creía, porque además desde todos lados (políticos,MMCC y los expertos en la materia) decían lo mismo. ¿Donde estabais en el 2007 los que ahora intentáis colarnos la culpa a todos? ¿Porqué no nos advertisteis de esto?
No David, no. Aquí lo que pasa es que hay un funcionamiento mafioso de las instituciones. Manda la banca que compra el control de los gobiernos con el único objetivo de seguirse enriqueciendo, Su negocio es la pasta, siempre lo ha sido. Y el dinero lo producimos todos con nuestro trabajo, por eso deben engañarnos y montar un sistema totalmente ficticio.
Eso sí, totalmente de acuerdo en que debemos ser mucho más exigentes con nuestros gobernantes y exigir responsabilidades penales. Y dejar de ser tan pueblerinos: los héroes de calzacorta que tanto deleite nos dieron con un europeo y un mundial, también juegan sucio y defraudan no pagando sus impuestos en el mismo país que nosotros, que tanto les aplaudimos.
Chapó!!
No, David, yo no soy culpable. Ni yo ni otros muchos como yo.
Hace tiempo que no voto a ninguno de los 2 grandes partidos porque me repugna esa profesionalización de la política en la que se han instalado con toda comodidad y desfachatez.
He pedido 2 créditos en mi vida, uno para poder comprar una pequeña vivienda de 55 m2 para vivir y otro, que estaré pagando hasta después de morirme, para poner un negocio que, tristemente, resultó fallido. Nunca he fallado en ningún pago al banco y eso que he pasado por 3 periodos en el paro.
Odio la telebasura y prefiero pasear. Me gusta el fútbol pero aborrezco la “divinización” del deporte profesional y de lo que le rodea.
Miro para atrás y, al reflexionar, no veo que en ningún momento haya vivido “por encima de mis posibilidades” como algunos nos quieren hacer ver interesadamente para diluir su gran y perversa responsabilidad y para convencernos de que tenemos que arrimar el hombro (dudo que ellos vayan a hacer lo propio).
Ya por el año 2000 advertía a mis amigos en esas sobremesas con charlas de política de salón, que íbamos a lamentar muy mucho la vorágine de especulación en la que nos estábamos metiendo y, como a otros, me decían que mientras durase……viva la fiesta!!. Y ahora la fiesta se ha acabado, pero no me habían invitado.
Lo siento, esta vez no puedo estar de acuerdo contigo.
Culpa ¿que es culpa? culpables son son los niños que se mueren de hambre porque sus dirigentes no les ayudan a y se benefician de ayudas etc…
Culpables son los trabajadores de una empresa que esta hundida o en ERE por una mala gestión.
Culpable soy yo por comprarme una casa para vivir al precio que me impone un mercado.
Señores hablemos de responsables, ¿quien tenia la responsabilidad de gestionar los bancos el precio de los pisos etc..? igual es el mismo que ahora nos dice que todos somos “culpables” o responsables, estoy confundido las responsabilidades creo que se pagan, a mi nadie me a pagado por la compra de mi piso, pero estoy pagando las IRRESPONSABILIDADES de otros que me quieren hacer culpable de intentar vivir dignamente.
No es momento de andar diciendo que la culpa no es mía porque no voto a PP/PSOE o porque no especulé con la vivienda. Entiendo que lo que David Jiménez quiere decir es que las sociedades tienen los gobiernos que se merecen y que con su artículo no está culpando a cada ciudadano en particular, sino a la sociedad española en general, en la que él obviamente se incluye. Mirad los resultados electorales del 20-N. Teníamos derecho a voto más de 34 millones de españoles. Votamos 24 millones y medio. De esos 24,5 millones, casi 11 votaron al PP y casi siete al PSOE, a sabiendas de las corruptelas que salpican a ambos partidos y de su probada incapacidad para gobernar, tanto a nivel estatal como autonómico. Sí, la sociedad en la que nos incluimos todos también tiene la culpa de lo que está pasando. La tenemos.
Discrepo radicalmente. No asumo parte de culpa, pues llevo años denunciando públicamente la situación, argumentando debidamente y, siempre que es posible, con datos y gráficos.
Un ejemplo, cuando el debate entre Solbes y Pizarro en las elecciones generales del 2008, tal era mi indignación ante la sarta de mentiras de Pedro Solbes que no podía callarme mientras lo veía. Al día siguiente lo denuncié en can Quiñonero Una temporada en el infierno, tildando de mentiroso compulsivo al ministro de Economía. Sin embargo, los medios de (in)comunicación españoles le dieron por ganador y después dijeron que fue parte importante para la victoria del PSOE de Zapatero, Rubalcaba y Chacón.
Soy catalán, pero desde que leí el primer borrador del nuevo Estatut no me quedó otra que denunciar públicamente al nacionalismo excluyente imperante, porque mi conciencia así me lo dictaba. Y como denuncio públicamente sus vesanías, no soy culpable en modo alguno del devenir presente y futuro de Cataluña.
Según WordPress.com, mi ranking de categorías en Nauscopio Scipiorum: partitocracia, economía, principios, cultura, nacionalismo, terrorismo, internet, periodismo, libertades y música. Sin embargo, la mayoría del trabajo procedente de los buscadores se centra en el multimedia, música principalmente, tal es la sociedad española, sólo interesada en el entretenimiento.
Lo siento, pero discrepo. Por poner un ejemplo, que yo viva en una sociedad de ladrones, no me convierte necesariamente el ladrón. Sé lo que David quiere explicar, y conozco gente que cumple casi con todos los porqués, pero eso no me convierte a mí como individuo en uno de ellos.
Llevo un rato pensando en éste tema y no estoy de acuerdo David, vamos a ver, somos culpables, sí, de nacer, participar y sobre todo CREERNOS a pies juntillas las mentiras de nuestro sistema.No me voy a tragar esta especie de nueva idea (que casualmente se nos filtra ahora) cuasireligiosa de que somos culpables y ahora toca expiar nuestros pecados, culpable ¿de qué?, ¿de haber trabajado toda una vida y haber pedido un préstamo a un banco?, y en todo caso y para dirimir responsabilidades ¿quién sería más responsable, yo que soy un gañan financiero, o el banco, que el que menos tiene económicas?; por no hablar del banco de España y por supuesto de los políticos.No no puedo estar de acuerdo.
A mí que nadie me incluya en la culpa. Llevo años avisando y denunciando en la red, vía anotaciones y comentarios, tanto en mi bitácora como en la de otros, aportando la mejor información económica que encuentro, con multitud de datos y gráficos.
Desde enero del 2006, Quiñonero en su bitácora y yo en la mía venimos avisando de la debacle económica española que se atisbaba en el horizonte.
O del desastre educativo español, de que la partitocracia española tiene secuestrada la democracia, del nacionalismo excluyente catalán, etc
La culpa no es mía, tampoco. Porque no voto a ninguno de los dos principales partidos, simplemente porque esto no es como ser de un equipo de fútbol. Porque no fue al banco a pedir ningún crédito, ya que vivo de alquiler. Porque en tiempos de bonanza me echaba las manos a la cabeza porque consideraba que aunque hubiese dinero montar la copa américa, la ciudad de las artes y las ciencias, el aeropuerto de Castellón, la fórmula 1, la visita del papa, la ciudad de la luz… eran innecesarios y una malversación encubierta. Porque nunca me ha gustado la telebasura y lamento profundamente que los programas interesantes los hagan a horas intempestivas.
La culpa no es mía porque aunque me gusta el fútbol, solo es un entretenimiento. Porque cuando comentaba en las cenas de amigos que me parecía una barbaridad especular con la vivienda, algunos me decían que era tonto y que todo el mundo lo hacía. Porque en España se vive bien y se come mejor, aunque se puede vivir bien y comer mejor en cualquier parte del mundo (solo hay que querer hacerlo). Porque no me creo nada de lo que me diga un presidente del gobierno ni ningún político, me baso en lo que han hecho (tanto en gobierno como en oposición). Porque sabía que esto era un burbuja que explotaría, aunque sin saber la magnitud ni las consecuencias. Pero sí, solo me he indignado cuando me ha tocado a mi o mi entorno, ignorándola mientras empobrecía a otros.
La culpa, no es mía, como tampoco lo es de muchos otros, pero pagaremos el pato, porque aunque los causantes son unos, las consecuencias las vamos a tener que pagar todos.
En latinoamérica este artículo es verdad!!!!
Pingback: La culpa es nuestra
No tanto. Hace muchos años que voto a un partido que representa más a lo que yo pienso y no es ninguna de los dos grandes. Si, fui al banco a pedir un crédito que estoy pagando para poder tener un lugar donde alojar a mi familia y para dejárselo a mi hijo y que quizá no tenga que pagar una hipoteca. El dinero lo pusimos en manos del gobierno porque para eso están, para administrarnos. Si lo han hecho mal, deberían pagar igual que cualquiera en cualquier trabajo normal cuando lo hace mal. Hace años que en casa no se ven ciertas cadenas porque no ofrecen nada interesante. Creo que he visto entero un solo partido de fútbol en mi vida, me interesan otras cosas. Estoy pagando mi vivienda al triple de su valor real porque es la única manera que conozco de poder comprar, si hubiera conocido en su momento otra la hubiera escogido, yo y todo el mundo. Nunca ha sido mi intención venderla para sacar más dinero, sólo la quiero para vivir en ella. Trabajo, por suerte, en un lugar que vive del turismo. Tengo muy claro que los franceses, a los que con frecuencia critico (y se que no debiera porque muchos vivimos de ellos) su extraña manera de ser pero que son los que vienen a este lugar, viven mejor que nosotros en muchos aspectos (no hace falta más que una ojeada a la situación de ambos países). Hace tiempo que la indignación por la situación está y va creciendo, lo que pasa es que ahora ya es insoportable. Y lo peor es que siempre pagan los mismos, los de abajo. La culpa es nuestra, pero no toda.
La locura del que vaga por el desierto y ve los jardínes de Babilonia. Era un espejismo.
Los que miraban hacia delante (ver hemerotecas), se convertían no en estatuas de sal sino en los aguafiestas. La culpa es nuestra, pero no solo debe ser nuestra la pena.
De todas maneras, uno mira atrás y se pregunta, ¿y qué podíamos haber hecho? Da igual, no se puede cambiar. Pero es que actualmente estando la cosa cada vez peor ni siquiera hay una regeneración política y las cosas tampoco se mueven. Somos el perro desprendido del lobo. Y se vienen nubes populistas en un futuro.
Porque algubos no se han dado cuenta todavía, o no se quieren dar, de lo grave que es y lo que supondrá…
Absolutamente de acuerdo David.
Uno de los problemas es que tenemos un sistema educativo que, quizas por sus origen biblico y sus connotaciones religiosas, dejo de contarnos hace tiempo la historia de “los siete años de vacas gordas y los siete de vacas flacas” (seguro que si haces una encuesta, la mayoria no tiene NPI de donde viene el dicho) y nos hicieron creer que una vaca puede engordar eternamente.
La vaca exploto y nos ha llenado a todos de mierda. Solo queda pellejo, huesos y mugidos lastimeros. Y ademas hay que pagar la vaca.
Lo peor, es que la historia la historia no asegura que despues de las vacas flacas vuelvan a venir necesariamente las gordas.