diciembre 14, 2011 · 5:06 am

Los diplomáticos

Carecen de la preparación de los estadounidenses, la cultura de los franceses o la eficacia de los alemanes. Trabajan poco. Ganan mucho, a veces a cambio de un trabajo que se reduce a la asistencia a cócteles. Te los encuentras perezosos, ignorantes, a menudo condescendientes en los países que consideran menos importantes y de una empalagosa docilidad en los supuestamente influyentes. Y aunque los hay buenos, e incluso muy buenos, son tan pocos que es obligado concluir que las excepciones confirman la regla: España tiene una de las peores plantillas de diplomáticos del mundo. Lee el artículo completo en elmundo.es

7 comentarios

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7 Respuestas a “Los diplomáticos”

Ines Miravalles

enero 28, 2014 en 6:32 pm

Me gusta tu blog, lo encuentro muy ilustrativo y casi me sacia las ganas que tengo siempre de aprender. Gracias

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nui

diciembre 14, 2011 en 9:59 pm

david, felicidades, una vez mas ha salido la pluma virtuosa que tanto me gusta, opinion que comparto y que me alegro que tubquetienes la oportunidad lo denuncies.

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Javier

diciembre 14, 2011 en 5:43 pm

Para tener buenos diplomáticos debes tener, también, cierto nivel en temas de política internacional, algo de lo que nosotros carecemos… incluso con la pantomima de la Alianza de Civilizaciones.

Un abrazo

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Nacho Barrasa

diciembre 14, 2011 en 2:58 pm

Sencillamente, no estoy de acuerdo. Entiendo que cada cual analiza la realidad a través de su cristal particular pero creo que la generalización en la opinión sobre cualquier colectivo, aunque lo que se pretenda hacer sea denunciar conductas irregulares, es, simplemente, inadecuada e injusta. Por desgracia, y con mucha frecuencia, se comenta, escribe y opina de lo mal que los españoles hacemos las cosas y que debemos aprender mucho de nuestros vecinos más próximos o lejanos, sobre todo en estos tiempos en que cada vez nos integramos más en modelos supranacionales. Tampoco vale dar por buena la regla y echar mano de las honrosas excepciones para confirmar la primera. Ninguna excepción puede confirmar una regla, en todo caso confirmaría lo contrario, modificaría la regla. Ello no implica, por otro lado, que la regla sea totalmente refutable. En fin, saliendo de este galimatías, solo quiero expresar mi desacuerdo con el artículo que considero desproporcionado y repito, injusto.
No pertenezco a este colectivo y no pretendo defender a nadie, pero a lo largo de unos cuantos años, en diferentes épocas y en países muy distintos he convivido y trabajado estrechamente con él. Por fortuna, en mi caso, no he encontrado ningún individuo en dicho colectivo del que me haya podido avergonzar, tampoco he conocido piscinas ni jornadas de pocas horas. Por el contrario, he tenido la suerte de encontrar en la inmensa mayoría, amistad, compañerismo, lealtad y sobre todo una gran dedicación a los intereses de España. Creo sinceramente, y aquí me permito generalizar, pero en positivo, que “el funcionario español” es serio, profesional, honrado y sobre todo, cuando está “lejos de casa”, “muy español”.
En un punto estoy de acuerdo, “tenemos los diplomáticos que nos merecemos”, sencillamente porque los demás no son mejores que los nuestros. Independientemente de épocas de bonanza o menos buenas, por suerte y quizás por el trabajo que desarrollamos no somos un país de segunda, créeme,… por mucho que nos guste autocriticarnos.
En cuanto a la preparación de los estadounidenses, la cultura de los franceses o la eficacia de los alemanes, otro día hablamos.
Un fuerte abrazo,

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- davidjimenezblog
  
  diciembre 27, 2011 en 12:33 pm
  
  Discrepancia bien razonada, Nacho. Mi experiencia es sin duda diferente. Habré conocido un centenar de diplomáticos en los últimos años. Se salvan tres o cuatro. Los demás eran perezosos, estaban mal preparados y no cumplían ninguna de las funciones que supuestamente les correspondían. Como decía, los hay buenos, pero son los menos. Abrazos
  
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Nydia Egremy

diciembre 14, 2011 en 2:55 pm

Atinado perfil de una mayoría de diplomáticos. Penosa radiografía de quienes tienen la altísima responsabilidad de representar no sólo a sus gobiernos, sino a los pueblos a que pertenecen. Una vez más, la invitación para leer los informes que reveló WikiLeaks sobre los diplomáticos estadunidenses desplegados en todo el planeta. Saludos

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Jaimito_asia

diciembre 14, 2011 en 6:12 am

Muy bueno David… Totalmente de acuerdo contigo. La diplomacia francesa tiene algun parecido con lo que describes, pero no llega al nivel de la española.
Veo que no has hecho ningun comentario sobre las horas de trabajo en las embajadas o consulados… menos mal, porque es deprimente…

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