
David Jiménez (Barcelona, 1971) es periodista y escritor. Durante dos décadas trabajó para El Mundo como reportero de guerra, corresponsal y finalmente como su director.
Las crónicas de Jiménez se han publicado en The Guardian, The Toronto Star, The Sunday Times, Corriere della Sera o la revista Esquire. Ha colaborado para la CNN, la BBC y Radio Francia Internacional. Ha cubierto las guerras de Timor Oriental, Cachemira, Sri Lanka o Afganistán; revoluciones en Nepal, Birmania o Filipinas; los grandes tsunamis del Índico y el Pacífico, la crisis nuclear de Fukushima y la muerte de Bin Laden en Pakistán. Ha informado dos veces desde Corea del Norte y ha entrevistado al Dalai Lama, Corazón Aquino, Aung San Suu Kyi…
En 2014 recibió una beca Nieman, el programa para periodistas profesionales de la Universidad de Harvard.
Su primer libro, Hijos del Monzón, fue rechazado por cinco editoriales antes de ser publicado, premiado como el Mejor Libro de Literatura de Viajes en España y traducido a varias lenguas. Tras publicar la novela El Botones de Kabul, su última obra es El Lugar Más Feliz Del Mundo.
Felicidades por su artículo «Putas y periodistas». Soy periodista y seguí tu consejo. Dejé España, me fui a Alemania. Vivo en tierras germanas desde no hace mucho tiempo y hace unos minutos mientras leía su artículo recordaba la situación de la profesión y las circunstancias que me obligaron a dejarla aparcada unos meses. Trabajo como profesora en un colegio para niños con discapacidad. Ni un solo día dejo de pensar en la satisfacción que me daba escribir un buen artículo, cuando las circunstancias me dejaban. Ahora son esas circunstancias las que me han obligado a cambiar, espero solo por unos meses, de empleo. El periodismo es algo más que una simple profesión, para mi es un modo de vida. Espero que «los otros» no terminen por matarla.
Un saludo desde Ausburg.
Me parece muy cierto todo lo que dices. Pero hya mas. Ahora se ha puesto de moda que copien a uno la informacion, literalmente y despues firmen como si fuera suyo. Porque siempre hemos sabido que los articulos se fusilan, que es mas discreto. Yo, en mi pagina, escribi algo al respecto en un Editorial. Mi pagina es palabracubana.com. Ya me anote para recibir su blog que me parece hermosisimo.
[…] alrededor del post ‘Putas y Periodistas’ del corresponsal de El Mundo en Asia, David Jiménez. Es una descripción, a mi juicio, descarnada pero real del estado actual del […]
Desde la Argentina, donde las condiciones que plantea en su artículo Putas y Periodistas son moneda corriente desde hace al menos 10 años, lo felicito. Una cruda realidad de nuestra profesión, cada vez más bastardeada.
Saludos,
Victoria
Te felicito por tu artículo «Putas y periodistas». Es buenísimo. No soy periodísta sino científica. Me siento totalmente identificada con la devaulación a nivel profesional que vivimos. Frases como: «es lo que hay» ; » tienes suerte de trabajar en lo tuyo y de que te paguen» y» es un trabajo por vocación» están a la orden del día. Después de dos años de trabajar gratis, 4 años de becaria predoctoral, 5 años de beca postdoctoral te llama tu jefe y te ofrece un contrato en el que cobras 5 meses pero trabajas 7 porque iba a ser mucho dinero. Actualmente la situación no mejora, han pasado otros cinco años en el que aceptas un puesto de inferior categoría y es de lo mejor que hay en el mercado.. Es lo que hay…. En el último año firmas tres contratos distintos. Precariedad??
Te lo digo el dia 31…
Quízás nos merecemos lo que tenemos por no denunciar ni saber cómo. Por el miedo a perder éste trabajo y acceder a otro aún peor. Por la lacre de políticos que tenemos. Por no decir basta!!
Sin dudas, periodístas o putas
Hola David,
Muchas gracias por tus artículos, por las entradas de este blog y, por el interesante libro sobre Kabul.
Leyendo muchos artículos sobre conflictos vivos y, estando o habiendo estado en el conflicto, noto cada vez más un periodismo rápido, un copiar – pegar, sin analizar en exceso el contexto en detalle o, a veces sin contrastar completamente la información. Sospecho que tenemos lo que pagamos.
El caso más llamativo, dentro de un país común, es el de un periodista que, ponía como razón de ser una bomba en un barrio de Kabul por estar allí ubicada la embajada de Kabul cuando, la embajada no se encontraba en dicho barrio!
Por el contrario, tanto lo que tú, como Natalia también en El Mundo, o Enric Gonzalez en El País sois para mí una garantía de información y periodismo clásico.
Cuando empecé a dar vueltas por el mundo, mis amigos me pidieron que pusiera palabras a lo que veo y, de vez en cuando lo intento. Si un día coincidimos en algún país, en alguna guerra, me encantaría compartir opiniones contigo – dentro de la confidencialidad impuesta ;-) – .
Saludos cordiales,
Rubén
http://theblogofillusions.blogspot.com/
David, en la Argentina sucede lo mismo. Lo interesante es que el actual gobierno promovió una ley de medios para diversificar la oferta de opiniones y puntos de vista disponibles para los lectores. Nada de eso pasó. Peor, ahora te garantizas trabajo si te pones de un lado o del otro, o sea, si hablas a favor de este gobierno y sus socios o si los criticas. El periodismo de verdad no paga, te dejan caer como si fueses una lacra social por no comulgar «ideológicamente» con «la mayoría». Nada de derechas o izquierdas, acá solo se trata de escribir o decir lo que gusta el que paga. Sino, a la calle (ningún tipo de propaganda municipal o gubernamental). Más curioso aún: los dueños de los medios son ex periodistas devenidos en empresarios de medios adictos al oficialismo de turno. Sin dudas, periodistas o putas.
Estimado Juan:
Es tal cual lo contás. En la Argentina debemos cuidar los espacios (pocos) independientes del poder político y económico que aún se mantienen en pie. O generar los medios para expresarnos como periodistas, nunca como putas.
Y en Venezuela es lo mismo !
Dejando a un lado la salida de pata de banco del Sr. Cela, tan aficionado él a hablar de las «putas» desde su silla gestatoria de la escritura, lo cierto es que las empresas estrujan, la profesión se degrada y la ilusión va camino de escaparse por las alcantarillas. Llevas razón. No sé qué se podrá decir al respecto en las escuelas de periodismo. Pero el caso es que sigue habiendo jóvenes que se apuntan, y convendría insuflarles ya que no confianza en sus empresas sí al menos nociones de ética profesional. Aunque sea un tanto desesperanzada.
Y después de este hermoso resumen, pregunto, a vivido?
Tengo que agradecer a cada periodista que pueda cumplir su misión.
¡Le felicito por su artículo «Putas y periodistas»! Como estudiante de Periodismo, lo he leído y me ha parecido estupendo!! Y estoy totalmente de acuerdo en todo lo que dice en él. El Periodismo de verdad se está perdiendo poco a poco.
Un saludo desde Murcia