No hay día en que desde los medios no critiquemos la incompetencia de quienes nos han llevado a la crisis. Denunciamos las responsabilidades de políticos, banqueros y reguladores. Exigimos dimisiones y rectificaciones. Lo que no hacemos es admitir que durante años tampoco nosotros cumplimos con nuestro deber, que miramos a otro lado cuando nos convenía, a menudo renunciando a nuestra independencia por interés, militancia o ineptitud. Y que contribuimos, también, al desmoronamiento moral y económico del país.
Televisiones, radios y periódicos ganaron mucho dinero gracias a los anuncios inmobiliarios y la publicidad institucional de gobiernos caciques durante los años del boom. No existía motivación para indagar sus abusos. Los bancos financiaban los planes de expansión de la prensa y aportaban grandes ingresos con sus anuncios de (falsos) sueños a plazos. No hicimos a sus directivos las preguntas necesarias. No cuestionamos la relación incestuosa que se había creado entre políticos, banqueros y promotores.
Toda esa dejadez se fue acumulando mientras nuestro periodismo se hacía más militante, con cada grupo de comunicación poniendo su esfuerzo en investigar al partido, gobierno o institución que no era de su cuerda, ignorando que era la democracia la que se estaba pudriendo. En lugar de cumplir nuestra función como guardianes del sistema, terminamos convirtiéndonos en parte del mismo. Los silencios se fueron acumulando en las redacciones.
Solo así pudo el yerno del rey de España mantener su red corrupta durante años, seguro de que disfrutaría de la protección mediática que habíamos concedido a la monarquía. Solo así pudieron aferrarse al poder los más mediocres políticos, sabedores de que siempre habría periodistas dispuestos a convertir sus fracasos en éxitos a cambio de un sillón en una tertulia de la radio. Solo así pudieron bancos sin escrúpulos embaucar a miles de ahorradores, convencidos de que llamaríamos a su puerta pidiendo otra campaña de publicidad, no explicaciones. Sí, también nosotros fallamos.
La crisis se presenta como una gran oportunidad para recuperar la confianza perdida en quienes nos dedicamos al periodismo. Cuando han fallado todas las instituciones, desde la monarquía a los partidos políticos, desde la judicatura a los sindicatos, en tiempos donde la independencia de criterio es avasallada por el sectarismo y la impunidad se impone a la responsabilidad, la prensa solo tiene sentido si está inequívocamente del lado del público. Sin amiguismos, agendas políticas ni intereses. @DavidJimenezTW
El problema es que sigue existiendo esa dictadura en los medios. Esta mañana en la Ser, teniendo a Artur Mas a tiro, no se le ha preguntado nada sobre sus cuentas. Me parece realmente deplorable.
Al hilo de este lúcido comentario, recomiendo la lectura de una también muy brillante reflexión de Forges, que él titula «El triunfo de los mediocres»
Aun cuando tengo dicha reflexión e incluso un comentario que hice sobre la misma, lamento no saber arrastrarla hasta este espacio y así facilitar su lectura. Pero estoy seguro que ustedes si sabrán localizar el asunto.
Si, Alfonso, pero para mi no hay color con ésta (a favor de esta claro). par mi más interesante y mejor escrita que la de Forges es la de Arturo Perez Reverte de hace tan solo unos días.
Supongo que es un triunfo de los mediocres distinto a este https://davidjimenezblog.com/2012/02/28/el-triunfo-de-los-mediocres/
Si, por supuesto. hace unas semanas, pocas, corrió un articulo de Forges que a mi no me gustó demasiado. Creo que Forges es mucho mejor como ¿viñetista? o como dibujante de humor que como escritor.
De todas formas a mi me gusta más un articulo critico con algo cuando después de leerlo, además de ver lo bien escrito que está, veo que en él se vislumbra o la intención dura, clara e inequivoca de mover conciencias o, lo que es mejor, ver que en el deja entrever alguna solución.
En el articulo de Forges yo no vi nada de nada, evidentemente es mi opinión.
No me acuerdo como se llamaba el articulo de Forges.
Saludos.
Aún sigue existiendo este malentendido? … supongo que atribuirlo a Forges será cosa del marketing :(
No, yo no me refiero al de David Jimenez, me refiero a otro. A ver si lo encuentro y os paso el enlace…
Pues sí, amigo: no es un comentario distinto. Es el mismo. La cosa me ha parecido tan rara que me he metido en Google y he escrito «El triunfo de los mediocres», Hay varias ventanas al respecto y la «paternidad» de «El triunfo de los mediocres»· se atribuye a Forges, a David Jiménez, a Juan José Millas, a Vargas Llosa, etc. El propio David Jiménez, se ha hecho eco de este asunto y, bueno, si tiene interés en la cuestión, vaya a Google. Gracias por leer mi comentario. Un cordial saludo
Tienes razón. Yo sigo a David desde el mes de octubre pasado y no conocía este post.
He de decirte que por primera vez estoy más en desacuerdo que de acuerdo con él.
Yo creo que el problema NO es de mediocridad. En todos los países de nuestro ámbito hay muchísimos mediocres. O sea, eso no es lo que nos distingue de los demás.
También hay muchos chorizos y deshonestos, quizás tantos como aquí. ¿Cual es nuestro problema? Yo creo que es que mientras los deshonestos de otros países lo disimulan e intentan NO acogotar al ciudadano, los de aquí son avariciosos y lo quieren TODO, hasta las migajas.
El único pueblo que, para mi, ha demostrado que no se puede jugar con él, ha sido el francés. Cuando las montan las montan de verdad, pero ¿eso quiere decir que no hay también muchos mediocres? yo creo que no. Solo que no se cortan un pelo y llegan hasta donde creen que tienen que llegar.
Un cordial saludo también para ti y que sepas que ha sido un placer leer tu comentario.
Que gran error….Los que creemos en la democracia nos hemos desilusionado con ella. Ahora toca darle los retoques entre todos….Los políticos están maniatados por intereses que no representan las mayorías. Por todo ello se nos hace cuesta arriba recuperar un verdadera democracia para todos. Esto no será fácil, pero tenemos que encontrar el camino entre todos, para no equivocarnos en elegir a quienes deberán sentarse en el sagrado sillón parlamentario. Difícil, pero no imposible…..
Me gusta tu comentario. Esperanzador. A ver si entre todos lo conseguimos.
David, por fin leo a un periodista criticar la labor de los periodistas. Era algo que pensé que nunca iba a pasar. Bueno, lo que hace falta ahora es que haya más que piensen como tu y se apunten a ese carro.
Yo si os he criticado muchas veces como colectivo, muchas. Pero el problema es el de siempre, vuestra labor es muy delicada, algo parecido a los médicos en el sentido de que se os tiene que exigir una honestidad sin limites, aunque os cueste el puesto. Sí, se que es duro porque muchos tenéis familias, pero si no, no haberos hecho periodistas.
Por cierto pienso igual de los policías y de los guardias civiles, su exceso de obediencia les puede conducir a excesos muy peligrosos, mucho, Porque son los que pueden utilizar las porras y las armas casi impunemente.
En fin, ánimo a los periodistas como tu. Os necesitamos. la sociedad os necesita.
Asi es….Interesantes lineas. Alvaro Gomez-Jordana Moya
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LO que nos faltan en el periodismo, en política o en las empresas son «Lideres honestos»: http://basketandtalent.com/2012/10/30/el-lider-honesto/
Para qué sirvió llegar a la Democracia, estamos ahora peor que entonces…..
Bueno. Tal vez ha llegado la hora de acabar con todo eso. ¿No crees?
El dedo en la llaga.
Te van a mandar para casita y tu trabajo sera reportar que ocurre en Ourense……..
Miquel, espero que lo que has escrito no sea una amenaza, ¿no? Necesitamos, nuestra sociedad necesita mucha gente como David en todos los ámbitos, no solo en el periodismo.