Lo que más sorprende de los monjes que estos días se inmolan en las prefecturas autónomas tibetanas en China no es su decisión de morir, sino la determinación de hacerlo lentamente y sufriendo lo más posible. Sorprende menos que lo hagan evitando hacer daño a otros, incluidos los causantes de su desesperación. Los tibetanos llevan seis décadas viviendo bajo esa contradicción: su resistencia no violenta ha sido premiada con el olvido de la prensa, la indiferencia de los gobiernos y la más brutal de las represiones.
Bueno aquí se suicida mucha gente por la crisis, lo que pasa que se oculta y los suicidas se van discretamente por la educación cristiana que recibimos, la sociedad capitalista esta formada por flojos/ as y asì os va
Lamento la situación de represión y exterminio de la valiosa cultura tibetana. Ellos son un país pacífico y valoran demasiado la vida humana , el hecho de que alguien se suicide indica el grado de sufrimiento ha que están siendo sometidos, ha llegado a extremos. Muchas gracias por informar sobre el tema. Como se pudiese colaborar con esta causa por la liberación de su patria?
Escalofriante… Lo de los monjes tibetanos no es comprensible para la mente occidental. Estoy de acuerdo con el autor. Es hora de poner un alto a esta practica cargada de fanatismo. Solo el que piense que hay vida despues de muerto puede aplicar este metodo de protesta. Las maximas figuras del Tibet deben deplorarlo. Felicito a este autor que cada dia escribe mejor. A los que vivimos en Miami, nos conviene leer articulos de calidad. No abunda el buen uso del espanol por estas tierras, lastimosamente.