Hay una frase hecha que dice que no está bien alegrarse de la muerte de nadie. Perdonarán que la deseche y admita abiertamente que he celebrado la del dictador norcoreano Kim Jong Il. Solo siento que no hubiera llegado antes. Antes de que hubiera ejecutado a quienes se le oponían. Antes de que enviará a miles de inocentes al gulag. Antes de arruinar su país y transformarlo en el lugar más triste reprimido cerrado cruel del mundo. Y antes, también, de haber reducido a todo un pueblo a una convención de plañideras.
Estas fotos lo dicen todo.
¡Qué sensación de soledad! De profunda soledad.
http://www.businessinsider.com/pyongyang-north-korea-2011-5?op=1
Es Kim Jong Il. Me extraña, maestro.
Gracias por avisar, Andrés. Recuperando la viaja excusa de las redacciones, el error no era cosa mía, sino del duende tipográfico que trata de sabotear el blog. Abrazo
Pues aquí los que le apoyan están sentados en el Parmento español.
Al menos Amaiur e IU. Si no a cuento de qué viene la esquela en Gara.
¿saben leer otras cosas??
Qué horror, llegar a apoyar a este pájaro asesino.