Adelgazan los televisores, los ordenadores y los teléfonos, para que los pierdas y tengas que comprarte otro, más delgado aún. Adelgazan las modelos, los futbolistas y las princesas, que solían ser rollizas y ahora, cuando salen en el telediario, las confundes con los refugiados a los que han ido a mostrar su solidaridad (mientras dura el telediario). Adelgazan el buen cine, los libros y los periódicos, cada vez con menos páginas y cosas más livianas que contar.
Sabes que has llegado a la madurez cuando todo adelgaza a tu alrededor, menos tú. Umbral decía que las mujeres, cuando llegan a una edad distinguida, no se fían de los hombres delgados. Lo que no dijo es que a la mayoría les atraen los hombres de los que no se fían.
En mi primer viaje a Bután, ese encantador reino del Himalaya que va perdiendo encanto con la llegada del turismo, me sorprendió que los hombres se pelearan por las mujeres más corpulentas: simbolizaban salud, capacidad de trabajo y una descendencia fuerte. Pero desde que llegó la televisión, y empezaron a emitir los pases de lencería de Victoria’s Secret, también allí las prefieren delgadas. Como nosotros, han terminado por admirar todo lo que adelgaza, siempre que no sea una cuenta bancaria. Adelgazan los principios, las ideas y lo importante, tanto que ya nos va pareciendo más fácil cargar con este mundo en el que siempre engordan los mismos.
David, leí tu libro «El lugar más feliz del mundo». Me encantó. Tu blog es muy bueno, escribe más a menudo por favor.
Estoy con Rodrigo, por favor, escribe más a menudo! Es un cumplido
David, abandonados, así nos tenés. Con un artículo por mes en el blog no puedo más que quejarme por el abandono.
Tienes razón, Rodrigo. Prometo intentar volver a mi (tampoco tan meritorio) ritmo de un post a la semana. Solo necesito dos cosas que nunca me acompañaron: tiempo y disciplina. Abrazo
Según recuerdo, en tu libro comentabas que todo cambió con la llegada de la televisión. Me hubiera gustado que se realizara algún tipo de estudio para demostrar empíricamente la influencia de la industria de la belleza en nuestros estándares. Puede parecer una tontería, pero este era uno de los pocos sitios en el mundo ajeno a nuestros cánones, y por desgracia, todavía hay mucha gente que ignora esto, o cree que es natural que nos atraigan las delgadas. Además, creen que negarlo o no favorecerlo, no es más que lo que se suele llamar «politicorrectismos».
Por esto es necesario que los gobiernos luchen contra la influencia de la industria de la belleza; estamos expuestos a una corriente de propaganda continua que nos dice que no estamos lo suficientemente buenos. Un poco de desengaño nos vendría bien de vez en cuando.
Saludos
Si una pena, yo soy una belleza clásica, a lo Rubens, como comentaba Santos. Pero qué quieres que te diga? Me sirve de filtro, porque quien no tiene dos dedos de luces para ver que la salud y la vitalidad de un cuerpo «real» es mejor y más natural pues como que no me interesa tenerlo en mi vida, no? jejejeje
Muy buena reflexión!
Chu!!
En realidad somos muchos los hombres a los que nos siguen gustando mujeres con curvas y algo rellenitas. Así es mi pareja y la adoro. :-)
Jajajaja. No es solo en Bután. En Europa también eran bellas las mujeres rellenitas. Basta con comtemplar «las tres gracias de Rubens».
http://es.wikipedia.org/wiki/Las_tres_Gracias_(Rubens)
Muchas veces me pregunto como afecta a nuestra sociedad los «prototipos» de lo que es bueno, malo, guapo, feo, saludable, insalubre… Y sobre todo en este tema, los gordos y gordas valen menos que los delgados o delgadas? Que bacteria contagiosa y maligna tienen los michelines que hacen a las personas perder cualidades frente a los que no los tienen? Ojalá las nuevas generaciones podamos cambiar y tomar conciencia de los verdaderamente merece la pena valorar en las personas!!!
Época extraña la que nos toca vivir…esperemos que ese esfuerzo de hacer que casi todo parezca incorpóreo e imperceptible no contagien nuestra memoria y recuerdos.
¿Extravagancia? A mí me parecen atisbos de lucidez efímeros en esta mentira de civilización.
Me gustan estos «pensamientos cortos», en general. No se si será una extravagancia mía.
Me lo llevo para comentario critico con los alumnos de Bachillerato, a ver
si le sacan «jugo», que juego da. Muchas gracias, David.