El periodismo se parece cada vez más al borracho de la barra del bar, añorando un pasado que no volverá y pidiendo una ronda más para olvidar su presente. Las reuniones con los colegas se han convertido en funerales donde se homenajea a los últimos caídos en las redacciones –10.000 en los últimos cuatro años– y se recuerdan con nostalgia tiempos mejores. Tampoco ayuda la sensación de que, al igual que ha ocurrido con la banca o la casta política, muchos de los que agravaron la crisis de sus empresas siguen en sus puestos, mientras firman los despidos de quienes se limitaron a aplicar su falta de visión.
Pero he aquí que algo extraordinario está sucediendo. En mitad de la crisis, cuando la profesión vive su momento más precario, los desahuciados del periodismo se han rebelado. Si despides a un buen profesional, lo más probable es que termine haciéndote la competencia. Si lo envías a la cola del INEM a recoger el subsidio, en lugar de a escribir de la crisis, cogerá el dinero y creará un periódico en Internet. Si pagas indignamente su talento, o incluso pretendes llevártelo gratis, encontrará otro lugar donde respeten su trabajo.
Y así estamos viendo como fotógrafos a los que nadie cogía el teléfono en España están recibiendo los premios más prestigiosos y publicando en los mejores medios extranjeros. Reporteros a los que nadie dio una oportunidad están cubriendo conflictos para agencias y diarios internacionales. Nuevos periódicos y revistas están siendo creados, confirmando una de las grandes contradicciones del oficio: los despidos, las dificultades y la falta de recursos, lejos de acallar voces, las han multiplicado. Nunca antes habían surgido tantos proyectos interesantes y nunca sus promotores -casi siempre periodistas- contaron con tanto talento donde elegir. No todos los proyectos sobrevivirán. No todos merecerán hacerlo. Y seguramente algunos caerán sin merecerlo. Pero el atrevimiento de tantos a presentarse ante los lectores justo ahora, cuando todo parece desmoronarse, debería servir al menos para pedir que pare la marcha fúnebre y se lleven las coronas de flores. El periodismo no ha muerto. Está empezando.
Reblogueó esto en Periodista Sin Periódicoy comentado:
Reblogueo este post no sólo por el post sino, especialmente, por los comentarios. Son parte importante del diagnóstico.
Qué bello es vivir
Sirva esta anécdota personal para ilustrar lo barata que está la carne de periodista ..algo a lo que los periodistas también están contribuyendo, por necesidad, a cambio de «visibilidad» http://www.davidmartinezpr.com/2013/05/bufe-libre-de-periodismo-que-todos-deja.html
Mi comentario sano y sincero es que yo me pongo al lado de mi amigo y Gran Periodista Francisco Cañamero y lo que el escriba al respecto de lo que aqui se ha publicado yo lo aprobare a totalidad pues conozco la honradez y honestidad de Paco Cañamero.
Firmado VICTORIANO POSADA
Siento decirte que no estoy totalmente de acuerdo con tu entrada. Tienes razón: Están naciendo pero debemos mirarlos con cautela. Muchos están usando las mismas reglas del juego que los medios que despidieron a los periodistas creadores de estos nuevos. He recibido en los últimos años muchas ofertas de trabajo de estos nuevos medios y emocionado las pregunté por sus necesidades, por el interés hacia mi trabajo y por como podíamos hacer buenas cosas juntos. La decepción es la respuesta: No pueden ni quieren pagar los contenidos que solicitan. Como son parados con ganas de currar aprovechan esa condición para intentar, en plan coleguita, conseguir sus necesidades. Hice otras propuestas: Podéis usar mi material si dejamos a cuenta los pagos para cuando tengáis pasta. Huir como conejos no es técnica apropiada para sacar adelante un negocio. Conozco historias de periodistas con nombre, y mucho, que escriben a cambio de botellas de vino, otros por no perder su firma y las palmadas mañaneras tras escribir u articulo. No quiero decir que sean todos los que nacen pero alguno de ellos se podía pronunciar. Nacen sin un criterio de sustento económico claro, y explotando, aunque lo llamen de otro modo, el trabajo de otros profesionales que consideran les puede beneficiar a futuro. Nuevas plantillas que manteniendose gracias al Paro continúan trabajando para sacar adelante sus proyectos. Creo que es la nueva burbuja del periodismo. Y que conste que te lo dice un tipo que anda metido en un berenjenal modesto pero en esa nueva linea. Un abrazo David.
A pesar de lo que se dice sobre la presión a los periodistas, la mayoría de estos tienen libertad de elección.
Entre dos opciones.
Ser un matón o ser una puta.
Completamente de acuerdo, aunque yo añadiría a los ejemplos que das periodistas que trabajan en gabinetes de prensa o agencias de comunicación y son despedidos también crean nuevas agencias innovadoras, como es nuestro caso! ;-)
Alguién me puede decir algún periódico en internet de los que se comentan en el artículo como “Nuevo periodismo de calidad”???
Nadie?
entre el huevo y la galllina, quien fue el primero, la puta o el periodista?…
pues sí, la cosa está mejor que nunca, jajjs.
Sí, con Internet se despliega un bonito mundo lleno de posibilidades…aunque tanto ruido pa qué?. Nuevo periodismo de calidad…qué bien, desde luego no os va a faltar carnaza…hasta el fin.
Yo sí creo que el periodismo (el que yo conocí cuando me estrené como becaria en ABC a mediados de los ochenta) ha fenecido –y no sólo por la crisis económica y el trato indecente que han brindado muchas empresas de medios a sus profesionales, sino, y en mucha más medida, por la complicidad de muchos de esos profesionales con el Poder.
El de turno, de derechas o de izquierdas, que tanto da.
Porque el lector no es tonto y detecta el compadreo a la segunda línea.
Y el que no lo detecta es tan sectario como el que escribió esas líneas, ya digo, sea del signo que sea.
Luego la vaguería, la autocomplacencia y el corporativismo no han ayudado mucho a mantener al paciente con vida.
Las nuevas generaciones de «piriodistas de kalidá» tiran de Internet –no todos, por supuesto–, porque eso de contrastar y currárselo es un rollo.
De redactar o puntuar, ni hablamos.
«Fusilan» textos precocinados en cualquier agencia de RRPP de tres al cuarto, cumplen con el cierre (es un decir, eso de cerrar en estos tiempos de informaión continua 24/7/365) y, cuando ven su nombre junto al texto, se derriten.
Y hacen «pandi» unos con otros para cubrirse las espaldas cuando los pillan en un renuncio –un paseíto por tuíter a cualquier hora del día y por cualquiera de las dos orillas resulta muy ilustrativo.
Y así ha ido languidenciendo el periodismo hasta entrar en la profunda crisis en que se halla. Peeeeeeero… ¿qué es crisis sino cambio? Pues, eso, el periodismo que surja de esta crisis va a ser mucho mejor: sobrevivirán los mejores porque, con Internet, la oferta es infinita –y el tiempo de atención del lector, infinitamente limitado.
Creo que los plumillas (auque ahora no ejerzo, me sigo incluyendo entre la canalla) vamos a vivir tiempos interesantes: sobrevivirán los mejores, los que lo abordan como oficio y vocación y prefieren comer pasta viuda todos los días a matarse por un quítame allá esos euros en el despacho de un dircom.
El «hombre selecto» frenete al «hombre masa», como certeramente lo describió Ortega hace casi un siglo en su «Rebelión de las masas» –que, por cierto, debería ser libro de cabecera de cualquier periodista joven que se precie.
Los «decanos» contamos con vosotros para asistirnos en el parto de este nuevo «Peridismo de Calidad» con mayúsculas… ¡al tajo!
Me ha gustado tu comentario.
Totalmente de acuerdo.
Alguién me puede decir algún periódico en internet de los que se comentan en el artículo como «Nuevo periodismo de calidad»???
Completamente de acuerdo con tu reflexión. La diferencia entre el «hombre selecto» frente al «hombre masa» radica en la buena estructura de su cabeza. A ver ahora, ante semejante sociedad de la información, cuantos talentos con vocación son capaces de sobrevivir sin que los avasallen.
«sobrevivirán los mejores», jajjs…