Viajando en la frontera entre Tailandia y Burma me encontré una de las historias más duras de los últimos años. Ciegos y mutilados, guerrilleros del Ejército Karen viven abandonados en el campo de refugiados de Mae La. Comparten una única silla de ruedas y su única posibilidad de salir adelante es aprender un oficio como campesinos. Pero el programa que les estaba ayudando se ha quedado sin fondos y el refugio podría cerrar en cualquier momento. Os agradecería que compartierais su historia, para ayudar a conseguir la ayuda que mantendrían el centro de veteranos abierto. 

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